miércoles, 3 de agosto de 2011

Asi opinaban los diarios del mundo sobre el Terrorismo en Argentina, en los años 70

Asi opinaban los diarios del mundo sobre el Terrorismo en Argentina, en los años 70



Artículo del diario “TheTimes”. (Publicado en el diario La Nación el 02/12/1977 )

“Se ha olvidado en el extranjero que cuando los militares argentinos lanzaron su campaña contra el terrorismo, en marzo de 1976, la sociedad y el Estado estaban al borde del colapso, que el terrorismo comenzó al final de los años 61 y que había alcanzado proporciones que hacen que los secuestros en Alemania Occidental y los disparos a las piernas de Italia sean juegos de niños contra la sociedad.”

“En parte porque tuvo muchos otros problemas, la Argentina fue lenta para responder decisivamente al terrorismo, aún después de varios secuestros y asesinatos renombrados como el del señor Schlever, los del ex presidente general Pedro Aramburu, por los Montoneros en 1970, y el señor Oberdan Salustro, el jefe de FlAT en la Argentina, por parte del trotskista ERP en 1972, por dar sólo ejemplos.”

“Cuando la respuesta vino, mucha sangre se había derramado como para esperar demasiada cautela en la misma. Los terroristas italianos y germano occidentales no pueden ser comparados con la fuerza y la ferocidad de los dos grupos argentinos, ambos actualmente casi aniquilados”.

“Los terroristas de la Argentina -agrega Times- casi controlaron el corazón de una provincia montañosa, asaltaron cuarteles militares y una capital provincial armas en mano, y virtualmente tomaron, a veces, distritos enteros de ciudades”.

“Ellos "ejecutaron" a 14 oficiales del Ejército en las calles durante 1974 mientras un gobierno elegido democráticamente estaba en el poder, secuestraron a centenares de hombres de negocios, balearon a muchos líderes sindicales y sacerdotes opuestos a su acción, y durante seis años estuvieron colocando bombas en cafés, hoteles, supermercados, diarios, fábricas, exposiciones, instalaciones militares, elevadores de granos, aeropuertos, casas de familia y estaciones de policía”.
“Esto contribuye a explicar la falta de preocupación pública local por los 7000 u 8000 terroristas muertos o capturados por los militares, los otros miles de horribles "desapariciones", las torturas y las ejecuciones sumarias. Los guerrilleros ayudaron a hacer de todo esto una rutina aquí, y una sociedad cansada, frustrada, corrompida por tamaña violencia, no es capaz, probablemente, de otra clase de respuesta”.
“El gobierno militar argentino argumenta que el terrorismo ataca los derechos humanos, y que los gobiernos que restauran el orden están fundamentalmente protegiéndolos.
“Cuando Amnesty International publicó su informe de 92 páginas sobre la represión en la Argentina, un editor de un diario inglés de aquí comentó: si ellos hicieran un informe sobre las atrocidades terroristas, probablemente sería mucho más voluminoso. Pero Amnesty dedicó seis líneas a los seis años de atrocidades guerrilleras, describiéndolas como "actos de violencia o bien como incursiones temerarias".
“Los propagandistas de los terroristas han presentado ese informe como si fuese la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad sobre la situación argentina". ( Lo resaltado es nuestro)
Informe del Ministerio del Interior sobre detenidos.
Con fecha 29 de junio de 1978, el entonces Ministro del Interior, general de división Albano Harguindeguy, informó que existían 1723 detenidos a disposición del Poder Ejecutivo y que además otras 1077 personas se encontraban con régimen de libertad vigilada arrestadas en sus domicilios, en condiciones de salir o ser expulsadas del territorio nacional.

Asesinato de Paula Lambruschini y señora Margot O’Barrio de Vila.
El vicealmirante Armando Lambruschini se desempeñaba como Jefe del Estado Mayor General de la Armada y vivía con su familia en la calle Pacheco de Melo 1963, Piso 3º “B” de Capital Federal.
En la madrugada del 1 de agosto de 1978 una poderosa explosión conmovió Barrio Norte, causando 2 muertos, 10 heridos y cuantiosos daños materiales en su domicilio y edificios aledaños.

El hecho se lo adjudicó el Ejército Montonero por medio de un comunicado que decía: “Parte de Guerra” Pelotón Especial “Eva Perón. 1 de agosto de 1978; El día 31 de julio a las 23 horas, el Pelotón de Combate Especial “Eva Perón”, procedió a colocar una carga explosiva (de fabricación montonera), en el Barrio Norte, zona oligárquica donde vive el asesino y torturador vicealmirante Armando Lambruschini, Jefe del Estado Mayor y futuro Comandante en jefe de la Armada…El explosivo que detonó a la 1:40 en el mencionado barrio produjo la destrucción de la casa del asesino Lambruschini, la muerte de uno de sus custodios y graves heridas a otro. Lamentablemente también murieron la hija y una anciana, víctimas inocentes de esta guerra declarada por la dictadura y heroicamente enfrentada por nuestro pueblo.”

El diario Clarín, en su edición del 2 de agosto de 1978, decía lo siguiente: "Fueron inhumados ayer, en el cementerio de la Chacarita, los restos de Paula Lambruschini, la joven hija de sólo 15 años de edad, del jefe del Estado Mayor General de la Armada, vicealmirante Armando Lambruschini, muerta en el atentado cometido en la madrugada de la víspera contra su domicilio, con una bomba de extraordinario poder destructor. En el hecho, uno de los más grandes de ese tipo que se tenga memoria en el país, también resultaron muertas una anciana y otra persona no identificada todavía, mientras que sufrieron heridas de distinta consideración diez de los ocupantes de los dos edificios que fueron los más afectados por el poderoso estallido.” 

“ La violencia de la explosión causó daños de tal magnitud, que una de esas dos fincas, ambas son de varios pisos, deberá ser demolida. (NR: luego fueron demolidos los 2 edificios, por no ser viable su recuperación). Pero otras construcciones situadas tanto a uno como a otro lado de la calle en que se levantan esos edificios, sufrieron igualmente los efectos directos del estallido, mientras que la onda expansiva provocó la rotura de vidrios en un amplio sector. Numerosos automotores estacionados en las cercanías resultaron también destruidos o seriamente dañados. El poderoso artefacto, al parecer, fue colocado a la altura del techo de un departamento del segundo piso del primero de esos edificios, en el sector medianero, que colinda con la finca de Pacheco de Melo 1963, en cuyo tercer piso habita el alto jefe naval.” 
“El dormitorio de Paula Lambruschini, sorprendida cuando descansaba, se encuentra justamente en el sector medianero, por lo que sufrió los mayores efectos de la tremenda explosión. El departamento en que se había colocado la bomba es el señalado con la letra "A" del segundo piso de Pacheco de Melo 1957 y, según declaró su propietaria Alejandrina Passo de Gil, se encuentra desocupado desde fines de junio último, época en que lo abandonó su inquilino, quien trabaja en lugares de diversión nocturna. Desde esa fecha -afirmó la dueña del departamento- vinieron a verme, tres veces, jóvenes que presentaron credenciales de supuestos integrantes de la División Toxicomanía de la Policía Federal, quienes dijeron que intentaban investigar la posible tenencia de drogas del último inquilino”.
“Agregó que la última visita la ejecutaron anteayer, "dos jóvenes, de aproximadamente treinta años, muy bien vestidos, los que traían tres pequeños tubos, uno de color marrón, otro rojo y otro transparente, con los que dijeron efectuarían las investigaciones”. “Los dos supuestos agentes -prosiguió- trabajaron desde las 17 hasta las 21, solos en el departamento, ya que yo tuve que salir a hacer diligencias. Cuando regreso a las 21, aún no habían concluido con el trabajo, por lo que me solicitaron nuevamente autorización para continuar. Prosiguió diciendo la señora Passo de Gil que se volvió a ausentar del departamento hasta pasada la una de la madrugada de ayer. Cuando llegó se dirigió directamente al departamento "B" del primer piso de la misma finca, sin pasar por el 2° "A", es decir, el desocupado que aparentemente se investigaba”. 
“ Alrededor de veinte minutos después de llegar-expresó- se sintió la terrible explosión. Parecía que el mundo se venía abajo. Creo que nos salvamos de milagro, finalizó. Además de la joven Paula Lambruschini, también murió la señora Margot Obarrio de Vila, de 82 años, esposa de un médico con quien, al parecer, ocupaba uno de los departamentos del primer piso de Pacheco de Melo 1957. Su cadáver recién fue rescatado anoche. Los diez heridos fueron atendidos en los hospitales Fernández, Rivadavia y San Martín, donde se informó que fueron retirados una vez que se les proporcionó las primeras curaciones".
El mismo día, el diario La Nación publicó sobre el atentado varios artículos, uno de ellos decía: "El país herido... El crimen, arteramente planificado con el que se destruyó y bañó con sangre varios domicilios a la hora confiada al reposo, constituye, además, un hecho vandálico contra la nación misma. Así se lo debe considerar, porque es contra la nación resueltamente decidida a abatir hasta los últimos vestigios de la delincuencia subversiva que apuntaron las manos homicidas, sin hesitar que en la acción indiscriminada se troncharía la vida de una niña de quince años……. Es que el país entero considerase víctima, por la magnitud de esa cruel felonía, que seguramente no registrarán como tal ni la frívola estupidez de algunos políticos profesionales del extranjero ni la irreflexiva conducta de organizaciones pacifistas que parecerían estar contratadas al servicio de la hermandad terrorista que asuela la tierra de no pocos Estados”. 
Partidos políticos democráticos de todo el arco ideológico, agrupamientos sindicales, empresas y diversas instituciones emitieron comunicados públicos de solidaridad con los afectados y en total repudio a la organización terrorista Montoneros que una vez más utilizaba explosivos de alto poder destructivo sin preocuparse demasiado por “los daños colaterales”.

Asesinato del periodista Dr. Horacio Agulla Granillo.
El día 28 de ese mes de agosto de 1978 también fue asesinado a tiros , frente al Nro 1367 de la calle Posadas, en Capital Federal, el mencionado abogado que se desempeñaba como director del semanario político “Confirmado”. Anteriormente se había desempeñado como legislador en la provincia de Córdoba de donde era oriundo y desde donde había apoyado en 1972 la candidatura del ex capitán Francisco Manrique a la presidencia de la república como candidato del Partido Federalista. Fue también editor de la revista “Temas militares”

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